Esta alerta es una carta abierta de un argentino en respuesta a la comunicación emitida por el Banco Central de la República Argentina y la Comisión Nacional de Valores el Jueves 20 de Mayo de 2021 titulada Alerta del BCRA y la CNV sobre los riesgos e implicancias de los criptoactivos. El único objetivo de ésta parodia es poner en descubierto cómo la corrupción ha corrompido un país entero sometiendo a su población a la pobreza extrema y un futuro totalmente incierto.

Los pesos argentinos presentan riesgos y desafíos para sus usuarios, inversores y para el sistema financiero en su conjunto. En los últimos años la proliferación de pesos producto de una emisión monetaria desmedida, la dinámica que exhibe una inflación descontrolada, la falta de un plan económico y políticas de estado a largo plazo, así como la situación global que acarrea el COVID 19, han llevado a que diferentes organizaciones, empresas, organismos nacionales e internacionales y la ciudadanía en general emitieran recomendaciones al respecto.
En este marco, un Ciudadano Común de la República Argentina (CCRA) considera oportuno proveer información y alertar sobre eventuales implicancias y riesgos que los pesos argentinos pueden acarrear, así como recomendar una actitud prudente a fin de mitigar una eventual fuente de vulnerabilidad para los usuarios e inversores. Si bien los pesos argentinos actualmente no evidencian niveles significativos de aceptación y utilización en otro lugar más allá de la Argentina, la velocidad de empobrecimiento de la población en general y el desinterés del aparato político de todas las banderas vigentes, hacen necesario la adopción de una actitud precautoria frente a los mismos.
Los pesos argentinos pueden definirse como una representación de valor de cambio o de derechos que se transfieren y almacenan en billeteras, fajos, cajas de seguridad, bolsos, cajas de ahorro, cuentas corrientes o nuevas soluciones fintech dependiendo del origen de los fondos. Si bien estas últimas tecnologías podrían contribuir a promover una mayor eficiencia e innovación financiera, los pesos argentinos siguen teniendo el problema de pérdida constante del poder adquisitivo donde en varias oportunidades ha tenido mayor valor el papel moneda o metal empleado en los billetes y monedas de curso legal que la denominación de los mismos.
Es importante que quien decida operar con pesos argentinos o invertir con productos relacionados con ellos acceda a información suficiente para entender y evaluar los riesgos asociados a los mismos, considerando, en especial, los siguientes aspectos:
• No son dinero pero sí tienen curso legal. Los pesos argentinos, a pesar de ser utilizados como instrumentos de pago en la República Argentina para gran parte de las operaciones económicas del país, no cumplen cabalmente con todas las características intrínsecas del dinero. La única característica que cumple en su totalidad es la de medio de circulación pero no podemos decir lo mismo de la característica de unidad de cuenta que se cumple a medias dado que hay operaciones dentro de la economía del país que están valuadas en otra moneda de referencia como es el caso de las operaciones inmobiliarias valuadas en dólares. La que no se cumple en lo absoluto es la reserva de valor dado que no hay momentos que hayan durado significativamente en la historia democrática actual del país en el que se haya podido mantener el poder adquisitivo de los pesos argentinos de forma sostenida. Si bien están emitidos y respaldados por un banco central o autoridad gubernamental, la falta de confianza en éstas instituciones por los antecedentes de corrupción e incoherencia entre lo que promulgan y realizan tienen como resultado, su no aceptación como medio de reserva de valor.
• Elevada volatilidad. Se observa que las cotizaciones de los pesos argentinos pueden fluctuar significativamente en cortos períodos de tiempo, lo cual puede dar lugar a importantes pérdidas financieras para sus tenedores, sobre todo para las familias de menores recursos que gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentos o la muy castigada clase media que hace esfuerzos sobrehumanos para seguir considerándose como tal. En el caso de monotributistas y PyMES, incluye la posibilidad de perder la totalidad de los recursos invertidos asfixiados por una política fiscal regresiva y la carencia total y absoluta de un plan económico a mediano o largo plazo. Incluso los denominados intereses en pesos argentinos, que han sido diseñados para mantener su valor con respecto a la inflación, muestran prácticamente en toda la historia argentina que nunca han logrado siquiera igualarla y mucho menos cuando lo comparamos con la cotización del dólar americano que es el mecanismo de defensa del poder adquisitivo de la población por excelencia. Asimismo, el valor de los pesos argentinos depende de su grado de aceptación, por lo que puede verse afectado por la ocurrencia de eventos de corrupción o disparates mediáticos muy frecuentes en los dirigentes del país.
• Disrupciones operacionales y ataques de emisión. El BCRA y la CNV deberían regular el intercambio, negociación y custodia de pesos argentinos en favor de los tenedores de pesos argentinos fomentando políticas monetarias que favorezcan las inversiones, el crecimiento y desarrollo económico del país. Con regularidad enfrentan disrupciones operacionales (p. ej. conflictos internos con el Ministerio de Economía de la Nación o políticas monetarias regresivas y disfuncionales) durante las cuales la emisión monetaria se descontrola y, como resultado las personas pierden poder adquisitivo situación que se ve reflejada no sólo en las pérdidas económicas y quiebras masivas de empresas de los últimos años sino también en la frustración constante de la población en general. Más aún, dichas instituciones junto con el Ministerio de Economía son objeto frecuente de ataques de corrupción que implican la pérdida y robo del trabajo y esfuerzo de millones de personas usuarias y tenedores de pesos argentinos.
• Ausencia de salvaguardas. La emisión monetaria del BCRA y la emisión de títulos públicos del Ministerio de Economía no cuentan con seguro de depósito ni con las salvaguardas que países más civilizados provee a las personas usuarias de servicios financieros. Entiéndase como más civilizados, a vecinos latinoamericanos y limítrofes que no muestran un funcionamiento tan corrosivo para todos los usuarios del sistema donde no hay un plan político-económico que sustente en el tiempo alguna de las acciones que realizan estas instituciones. En la actualidad no existen en Argentina pesos argentinos cuya adquisición o tenencia puedan beneficiarse de ninguna de las garantías de estabilidad, medio de ahorro o inversión.
• Fraude, información incompleta y falta de transparencia. La información provista por los emisores de pesos argentinos incluyendo el Estado Nacional es compleja o incompleta y no revelar adecuadamente los riesgos que enfrentan las personas usuarias e inversoras. La emisión de los pesos argentinos se realiza en ausencia de mecanismos eficaces que impidan su manipulación, como los presentes en los países más civilizados como mencionamos con anterioridad. En la mayoría de las oportunidades la emisión monetaria se realiza sin una política-económica definida a mediano y largo plazo, empleando estrategias cortoplacistas que surten efectos paliativos de cada vez menor duración y se realizan sin la credibilidad de las instituciones emisoras y el Estado Nacional de turno. Asimismo, asociado a la falta de una política-económica a largo plazo, los usuarios que realizan operaciones con dichas instituciones y deciden blanquear sus capitales con políticas propuestas por éstas, exponen todos sus datos para luego ser agravados por la política que supuestamente se creó para fortalecer la credibilidad del sistema económico-financiero argentino.
• Riesgos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo y potencial incumplimiento a la normativa cambiaria. Por el empleo de normativas disfuncionales y el limitado campo de acción que monotributistas, autónomos y PyMES tienen frente a una presión fiscal asfixiante, es necesario que el sistema se desarrolle en la informalidad con una economía blanca y una economía negra para su funcionamiento. Es necesario alertar sobre el riesgo asociado a tener una economía doble con trabajo informal en su gran mayoría y un sistema previsional que hoy ya no puede hacer frente a sus obligaciones y mucho menos podrá hacerlo en el futuro. Esta economía informal, junto con una pobreza desmedida y vergonzosa que alcanza a la mayor parte de la población argentina y tenedores de pesos argentinos, fomenta y acrecienta las actividades ilícitas como la corrupción y el narcotráfico.
• Carácter transfronterizo de las operaciones. En la mayoría de los casos, los distintos actores implicados en las operaciones con pesos argentinos buscan proteger sus activos en monedas extranjeras y sacando los fondos al exterior en el caso de aquellos que pueden acceder a estas operaciones. Este modus operandi es una respuesta a la no existencia de reglas de juego claras y políticas económicas disfuncionales que incentivan este accionar. Un eventual conflicto dentro del ámbito de competencia de los tribunales y de las autoridades argentinas, es sabido que no tendrá resolución con la inmediatez necesaria para salvaguardar los intereses de quienes generan valor y producen en el país; aumentando así el incentivo a salir del mismo para proteger los derechos de los usuarios e inversores.
Ante la falta de marco legal coherente de los reguladores involucrados y las experiencias de millones de ciudadanos argentinos y generaciones completas que han vivido, viven y seguirán viviendo lamentablemente se emite esta alerta sobre los riesgos para el público en general.
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